La historia del anime, que ha marcado tanto a la sociedad y cultura japonesa, data del siglo XX. Sigue su evolución desde el comienzo y descubre las causas de esta influencia sobre la población nipona. En esta primera parte podrá encontrar la definición y una pequeña introducción sobre su influencia y explansión hacia occidente.
Influencia y expansión del anime
En Japón, el anime se ha convertido en una de las bases de la cultura
nipona. Existen géneros de anime para todas las edades y niveles
sociales, lo que ha promovido su integración en la población hasta
formar parte de la vida rutinaria de los nipones.
Su extensión hacia los paises occidentales tuvo un éxito más
prematuro que el manga. A pesar de no saber si quiera de su existencia,
muchas generaciones disfrutaron de series de anime como “Heidi” o
“Marco”, que se pueden considerar las precursoras de la inserción del
anime en la programación de las televisiones europeas.
Gracias a esta expansión tanto en Europa como en Estados Unidos, los
japoneses han aprobechado su éxito para utilizar el anime como reclamo
de turistas a su país. Para ello han usado técnicas como la contratación
de personas vestidas con cosplay, esto es vestidas con un
disfraz de algún personaje de anime o manga, generalmente mujeres, para
recibir a los turistas en los aeropuertos más importantes del país.
A pesar del increménto de público con el tiempo, el anime aun se
considera, sobre todo en occidente, algo para personas que, como término
usado despectivamente, son denominadas frikis. El término friki,
en Japón, se usa como descripción de personas que son fanáticas hacia
algo o alguien, mientras que en Estados Unidos o Europa, se emplea
generalmente para referirse a marginados sociales con hábitos poco
comunes o relacionados con ordenadores, videojuegos o la cultura
japonesa.
Definición del término
Anime (アニメ), es la palabra cuyo significado engloba a los dibujos
animados de prodedencia japonesa tanto fuera como dentro del país. En
Japón se incluyen en la definición los dibujos animados de procedencia
extranjera.
La formación del término ha derivado desde la palabra de origen inglés animation, cuyo significado en español es animación. En el idioma nipón, esta palabra se transcribe, adaptada a los símbolos de los que disponen en su silabario, como animeeshon, el cual ha evolucionado hasta convertirse en anime.
Hay otras teorías acerca de la procedencia del término, pero todas
coinciden que proviene de algún idioma en el que su significado inicial
era el de animación. Esta palabra, en cualquier idioma de raiz latina, procede del término anima, que actualmente habría derivado hasta convertirse en el término alma. Este concepto asociado con anime nos crea la idea de que es una técnica por la cual los dibujos cobran vida con el movimiento.
En los primeros años de expansión internacional, el anime era conocido por el nombre, caído ya en desuso, de japanimation.
Esta palabra nació de la unión de la definición en ingles del término
anime: “Japanese Animation”, es decir, Animación Japonesa. Este término
tan sólo duró dos décadas, entre los años 1970 y 1990, hasta que
finamente cayó en el olvido. Estas fechas coincidirán con la primera y
segunda oleada de la cultura anime. Su desaparición coincidió con la
resurrección del anime a mediados de los 90. En Japón, la palabra japanimation es usada actualmente para distinguir la animación nipona de la extranjera.
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